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EPIFANÍA
Yann Leto, Ivana de Vivanco, Gabriel Coca,
Rita Sala,Víctor González y Natalia Suárez
Del 5 de abril al 17 de mayo del 2025
Comisariado por Victoria Rivers
En una tarde de invierno,
mientras contemplaba la luz
atravesando mi ventana
pensé en las conexiones invisibles
que unen las revelaciones a través del tiempo.
Juana de Arco escuchando sus voces en el jardín de Domrémy, temblando ante la magnitud de su misión, no tan diferente de Leonard Cohen despertando a las tres de la mañana para escribir verso a verso «Hallelujah» durante años de dudas y revelaciones fragmentadas, ambos persiguiendo algo que no podían explicar.
No tan diferente de Marcel Proust, sentado en su habitación, con una cucharada de magdalena en sus manos, descubriendo, a través del sabor, los recovecos de su memoria, revelando la estructura de su más grande obras. Me recordó a Albert Hofmann en su laboratorio de Basilea, 1943, cuando un diminuto roce accidental con el LSD-25 le abrió las puertas de la percepción en su famoso viaje en bicicleta a casa.
Marie Curie, en su laboratorio oscuro, viendo por primera vez el resplandor azulado del radio en un frasco, una luz que cambiaría nuestra comprensión de la materia. Y luego estaba Virginia Woolf, caminando por las calles de Londres, cuando la estructura completa de «La Señora Dalloway» se le reveló como una red de conexiones invisibles entre personas y momentos.
Y luego estaba Dalí, en aquella noche calurosa de Cataluña, observando un queso camembert derretirse sobre la mesa, mientras su mente febril transformaba ese momento mundano en los relojes blandos que obsesionarían al mundo del arte. Todos ellos, separados por siglos y propósitos, unidos por ese instante de claridad cegadora que llega como un ladrón en la noche, sin aviso, sin permiso, alterando para siempre el curso de sus vidas y, por extensión, las nuestras.
Como aquel mediodía de julio en que Scott Fahlman, frustrado por los malentendidos en los mensajes de texto, garabateó los dos puntos y el paréntesis que se convertirían en el primer emoticóno :), un momento estelar que, como diría Zweig, concentró «una inmensidad de acontecimientos en un único minuto».
Esta exposición colectiva se sumerge en el poder de la creación como medio para explorar y dar forma a los grandes interrogantes de la humanidad. A través de las obras presentadas, se invita al espectador a reflexionar sobre cómo la creación no solo es una manifestación personal, sino también un reflejo de las transformaciones sociales y espirituales que configuran nuestro mundo. Cada pieza en Epifanía actúa como un punto de conexión entre lo individual y lo colectivo, revelando cómo, a través del acto creativo, se pueden trascender las fronteras del tiempo y el espacio, alcanzando nuevas dimensiones de conciencia que afectan tanto al creador como a la sociedad.