Fachada de la galería. Abril 2022.
Fachada de la galería. Abril 2022.
Fachada de la galería. Abril 2022.
Vista de la exhibición. Vacío 4
Vista de la exhibición. Vacío 4
Vista de la exhibición.
Compaña.
Compaña.
Compaña.
Vista de la exposición.
Vista de la exposición. Vacío 3.
Vista de la exposición. Vacío 1 y Vacío 3.
Vista de la exposición.
Vista de la exposición. Vacío 1.
Detalle de vacíos.
Detalle de vacíos.
Vista de exposición.
Veneno.
Veneno.
Detalle Veneno.
Vista de la exposición. El Apartamento.
Vista de la exposición. El Apartamento.
Vista de la exposición. El Apartamento.
Vista de la exposición. El Apartamento.
Vista de la exposición. El Apartamento.
Vista de la exposición. El Apartamento. Detalle.
Vista de la exposición. El Apartamento. Detalle.
Vista de la exposición. El Apartamento. Detalle.
Vista de la exposición.
Vista de la exposición.
Vista de la exposición.
Información
FERMÍN JIMÉNEZ LANDA
Un bolsillo sin mano es una tela, una mesa sin pan es una tabla.
Del 2 de abril al 28 de mayo de 2022 La Galería MPA / Moisés Pérez de Albéniz se complace en presentar la primera exposición de Fermín Jiménez Landa en la galería, titulada Un bolsillo sin mano es una tela, una mesa sin pan es una tabla..
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Un bolsillo sin mano es una tela, una mesa sin pan es una tabla, es una afirmación deformada y estirada de un dicho ruso que encontré escrito en alemán y es también el título de ésta exposición. La muestra es un despliegue de trabajos en el que juegos de lleno y vacío traman experiencias y experimentos, situaciones que ocurrieron y otras que sucederán durante el tiempo de la muestra. Este trabajar con el vacío sucederá siempre pensando en la raíz común del término vacío (vacuus) y en conceptos como vago, vacaciones y vagabundo. Encontramos el vacío que existe entre vacíos de obras de Jorge Oteiza rellenos de aislante de vivienda, moldes de todas las esquinas de un apartamento vaciado en un barrio de Valencia y panes hechos con masa amoldada en los bolsillos de mis pantalones en varios paseos, así como una lamparita exterior que se enciende al abrir la nevera de la galería, una cantidad microscópica de veneno de serpiente o una intervención en los bolsillos del personal de la galería. Aparecen en este cúmulo de obras de manera más directa o indirecta asuntos que me han entusiasmado en los últimos años: el caminar, recorrer el espacio y atravesar el tiempo, la inutilidad y la resistencia a la productividad, el ocio, el juego, cierta idea de tiempo libre, lo insignificante y lo antimonumental.
Una luz
Una luz se enciende en la fachada cuando se abre la puerta de la nevera de la galería. Nos anuncia algo tan absolutamente normal como el momento en que un trabajador de la galería coge un sándwich o una botella de agua.
El final de un vacío es el principio de otro
Me planteo el vacío como materia de trabajo, pero no el que se genera entre los partes de una escultura de Oteiza, como era la intención del artista, sino el vacío que se crea entre dos de sus esculturas. Esto implica espacios poéticamente activos, por decirlo así, de 50 cm x 2 m, pero también formas de 50 cm x 7.000 km Es una especie de principio de trabajo delirante que me lleva a relacionar el vacío con elementos más afines a mi trabajo como el caminar, la cartografía, la provocación de situaciones y lo narrativo. Varias piezas hechas con aislante de vivienda, un material pensado para llenar huecos, reproducen el vacío exacto entre varios vacíos instalados permanentemente en el Museo Oteiza.
El Apartamento
Hace un tiempo alquilamos un apartamento a unas calles de un museo (CCCC de Valencia) y lo vaciamos completamente, invirtiendo los roles del museo y del piso. El apartamento era casi un cubo blanco, aunque con huellas de muebles ausentes y bolas de polvo, y el museo apenas un guardamuebles. Nadie supo la dirección del piso porque para visitarlo había que recorrer el camino con los ojos vendados. De cada esquina de la casa sacamos un molde de yeso. Un panegírico al lugar donde se olvidan las pelusas, a la forma de la casa, a los recorridos de escala minúscula en los espacios privados.
Compaña
Son moldes de los bolsillos de mis pantalones hechos con masa de pan que han ido tomando forma en paseos. Al acabar un paseo horneo el resultado. Visibilizan una parte invisible de casi nuestros cuerpos, una zona oscura y muy personal. Aquí el vacío tiene un vínculo algo Carpanta con esa proximidad entre bolsillos vacíos y estómagos vacíos, entre hambre física y economía, unos centímetros de distancia. Están instalados por parejas a la altura de mis bolsillos. Veneno Un nivel de obra con signos de años de uso reposa discretamente en una esquina creando serias dudas sobre si su presencia es un olvido de los montadores. Pero el líquido que da utilidad al instrumento, con su burbuja que nos posiciona espacialmente respecto al mundo, ha sido sustituido por veneno de serpiente. Un fluido mínimo pero altamente tóxico para un cuerpo.
Escaleras
En otra inversión de roles, en el espacio de la galería donde normalmente hay instalaciones más atrevidas por la naturaleza del espacio, encontramos un conjunto de obras bidimensionales más habituales de una galería, pero instaladas de manera un poco incómoda para el visitante.
Migas de pan
La Galería MPA y Juan Silió comparten el número veinte de la calle Dr. Fourquet en un maravilloso error catastral. El día 2 de Abril inauguran a la misma hora mi exposición y la suya, en la que Marta y Cristina me han invitado a participar también, así que expongo individual y colectivamente al mismo tiempo. En una especie de ping-pong de caminos, propongo una línea de migas de pan que llevan del número veinte al número veinte, para no perderse. La última intervención que os cuento sucede en los bolsillos del equipo de la galería, que llevarán durante el tiempo de la exposición algunas migas de pan en sus bolsillos, de modo casi indemostrable.
Enlaces
Actividad subvencionada por el Gobierno de España- Ministerio de Cultura y Deporte