Fachada de la exposición diseñada por Rubén Guerrero. Septiembre 2022.
Vista de exposición. Torii III, 2021. Nico Munuera.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Vista de exposición. IZQ: In the water mood VIII, 2021; DCHA: In the water mood VII, 2021. Nico Munuera.
Vista de exposición. IZQ: In the water mood VIII, 2021; DCHA: In the water mood VII, 2021. Nico Munuera.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Vista de exposición. Lago de plata, 2022. Santiago Giralda.
Vista de exposición. Casa roja, 2022. Santiago Giralda.
Vista de exposición. Sabik, 2022. Rosa Brun.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Vista de exposición. Septiembre 2022
Vista de exposición. Septiembre 2022
Vista de exposición. Septiembre 2022
Cresida, 2022. Rosa Brun.
Vista de exposición. Fondos (Light Yellow), 2018. Angela de la Cruz.
Fondos (Light Yellow), 2018. Angela de la Cruz.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Nariz vs barbilla, 2022. Rubén Guerrero.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Soñe que Revelabas (Fraser), 2021. Juan Uslé
Vista de exposición. Septiembre 2022
Luz y Sangre VI, 2022. Juan Uslé.
Vista de exposición. Septiembre 2022
Sin título, 2020. Secundino Hernández.
Detalle de la obra "Sin título" de Secundino Hernández.
Detalle de la obra "SQR (Fraser)" de Juan Uslé.
Detalle de la obra "Torii III" de Nico Munuera.
Detalle de la obra "In the water mood VIII" de Nico Munuera.
Información
ELOGIO DE LA DENSIDAD
Rosa Brun, Ángela de la Cruz, Santiago Giralda, Rubén Guerrero, Secundino Hernández, Nico Munuera, Juan Uslé
Del 8 de septiembre al 12 de noviembre de 2022
La Galería MPA / Moisés Pérez de Albéniz se complace en presentar la primera de las dos exposiciones de la temporada que versan sobre la deriva de la pintura en España. El objetivo es apuntar a los artistas que en estos momentos pueden ser considerados puntos fuertes de la práctica de la pintura en nuestro país. La segunda exposición será inaugurada a mediados de noviembre.
La muerte de la pintura ha sido decretada tantísimas veces en el transcurso de la historia del arte moderno y contemporáneo que los artistas han acabado por aceptar, dicho en palabras de Juan Uslé, que el lenguaje que emplean es “una lengua muerta”. Una lengua me atrevo a decir que, a diferencia de las clásicas, resulta, pese a su decretada extinción, del todo comprensible para quién tenga ojos y el entendimiento aprendido de su riquísima gramática.
Elogio de la densidad, exposición comisariada por Mariano Navarro, reúne obras de siete artistas, cinco pintores y dos pintoras, tres representados por la galería y cuatro procedentes de otras, y su discurso pivota sobre las figuras senior de Juan Uslé (1954) y Rosa Brun (1955) y sobre otros cinco artistas actualmente en su madurez, Ángela de la Cruz (1965), Nico Munuera (1974), Secundino Hernández (1975), Rubén Guerrero (1976) y Santiago Giralda (1980).
Con la excepción de las de Ángela de la Cruz y de Secundino Hernández, fechadas en 2018 y 2020, las obras expuestas son de reciente realización, alguna de ellas terminada incluso en los últimos meses. Es, pues, una mirada al presente que no rehúye, sin embargo, la contemplación a la realidad pasada de cada uno de sus integrantes.
Todos ellos han contribuido y contribuyen actualmente, por paradójico que pueda parecer, a un ensanchamiento y, al tiempo, a una profundización en la constitución de un lenguaje pictórico tan original como entroncado con los distintos vocabularios que la práctica de la pintura ha deparado desde las distintas investigaciones de las vanguardias de postguerra.
En cierto sentido puede aplicárseles lo que Rosa Brun considera el punto cero de la abstracción: “El punto cero de la abstracción no es un universo primordial idéntico a la nada, sino el instante estremecedor y enigmático en el que la mirada, libre de la curiosidad o la seducción, se tropieza con el color, la textura, el brillo, el volumen y se detiene desconcertada y remansada en lo elemental, lo sencillo, nuestra cuna, el cero”.
Desde ese momento germinal los y las artistas aquí reunidos han desarrollado fórmulas y maneras cuyo denominador común es la fresca densidad de su lenguaje: ya sea la rítmica sucesión de la pincelada y la exuberancia sintáctica de Juan Uslé; la potencia formal y la heterodoxia de los formatos de Rosa Brun; la monocromía y la ajustada violencia ejercida sobre la tradicional idea del cuadro de Ángela de la Cruz; la conformación cromática y la fluida viscosidad que sugieren los trabajos de Nico Munuera; la elaborada manipulación de las telas con las que Secundino Hernández “construye” la superficie que va a ser pintada; la búsqueda de la imagen de Rubén Guerrero y su sofisticada fabricación manual o, por último, la confluencia de modos diferenciados que distingue el trabajo de Santiago Giralda.
Un elemento de distinción interesante es, sin duda, que mientras Uslé, Munuera, Hernández, Guerrero y Giralda configuran su actuación desde el elemento “cuadro”, Brun y de la Cruz se internan fundamentalmente en modos que se corresponden con la pintura expandida.
Mariano Navarro
Comisario de la exposición
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